Durante el mes de septiembre, la soja acumuló una baja del 0,6% y cerró a u$s 350,54 la tonelada en el mercado de Chicago. Sin embargo, el maíz y el trigo registraron fuertes avances mensuales del 11,7% y del 11,3%, a u$s 132,57 y u$s 147,71, respectivamente.

En lo que refiere a la última jornada del mes, la oleaginosa ganó un 0,4%; el maíz, un 2,3%; y el trigo, un 0,7%.

En la jornada del jueves la soja subió 0,50 por ciento, donde los contratos pactados para noviembre se ubicaron de esta forma en 349,16 dólares la tonelada. La posición enero de 2017 de la oleaginosa ganó 0,49 por ciento, en 353,48 dólares.

La oleaginosa se benefició de buenas exportaciones semanales, según datos del USDA. “Los compradores extranjeros adquirieron 1.692.000 toneladas de soja la semana pasada, lo que supera netamente las previsiones”, señalaron corredores de Allendale.

En tanto, el trigo bajó, también en un contexto de abundancia de granos a nivel mundial, luego de terminadas las cosechas en el hemisferio norte.

Los contratos pactados para diciembre en el trigo retrocedieron 1,05 por ciento, para quedar en 146,61 dólares.

El maíz, por su parte, cotizó neutro (0%), en 129,62 dólares la tonelada, por la perspectiva de una cosecha muy abundante en Estados Unidos este año.

El departamento de Agricultura estadounidense (USDA) publicará este viernes su evaluación final de la cosecha de trigo en el país y sus estimaciones trimestrales sobre las existencias de soja y maíz.

“Hay poca información, de modo que todo el mundo espera esos datos”, explicó Jason Britt de Central States Commodities.

El miércoles, la soja terminó la jornada con un alza del 0,8%, impulsada por coberturas de posiciones cortas y lluvias que retrasan la cosecha en ciertas regiones de Estados Unidos.

El trigo también tuvo una jornada positiva al cerrar en una suba de 2%, también por cobertura de posiciones vendidas y lluvias que podrían obstaculizar la producción y la calidad del grano en Australia y Canadá. Y finalmente, el maíz avanzó un 0,8%, incitado por los mismos factores que ubicaron a la soja y al trigo en términos positivos.

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